24.5.09

Ciencia Pachamama

Para mi primo pantera.

En el pie de Arabus, en el mar de hielo, se localizan los dos edificios más altos de este continente. En los hangares cargas científicas son alistadas para el lanzamiento de un globo a la estratosfera. Estábamos interesados en el proyecto de la detección de neutrinos. Los científicos planean elevar un instrumento de observación 40km en la estratosfera en busca de partículas subatómicas casi indetectables. Conforme se eleva, la pequeña burbuja de helio se expandirá hasta llenar la piel del globo que aquí se ve como un hilo blanco. Eventualmente formará un gigantesco globo de más de 300 pies de diámetro. Cuando llegue a la estratosfera los detectores explorarán miles de millas cuadradas de hielo sin encontrar disturbios eléctricos en un mundo inhabitado. Antes del lanzamiento fuimos a los hangares, el proyecto de neutrinos es dirigido por el Dr. Gorham de la Universidad de Hawai.

Peter Gorham: Lo que intentamos hacer con este instrumento es ser los primeros científicos que detectan la más alta energía de neutrinos en el universo, esperamos.

Werner Herzog: Sí, pero, ¿qué es un neutrino exactamente?

PG: el neutrino es... es la más ridícula partícula que puedas imaginar. Tu... sí... un billón de neutrinos pasaron por mi nariz mientras hablamos. Un trillón, ¡un trillón de ellos pasaron por mi nariz justo ahora! Y no me hicieron nada. Ellos pasan a través de toda la materia que nos rodea, continuamente, en una enorme, enorme ráfaga de partículas que no hacen nada. Es como si existieran en un universo separado. Sabemos, como físicos, que podemos medirlos, podemos hacer predicciones precisas y mediciones de que ellos existen, pero no podemos poner nuestras manos sobre ellos. Porque ellos parece ser que existen en otro lugar. Y sin embargo, sin los neutrinos el origen del universo no hubiera funcionado, no tendríamos la materia que tenemos ahora, porque no hubieras podido crear los elementos sin los neutrinos. En los muy, muy primeros segundos del ‘Big Bang’ los neutrinos eran la partícula dominante, y determinaron muchas de las conectividades para la producción de los elementos como los conocemos ahora. Así que el universo no puede existir en esta forma sin los neutrinos, pero ellos parecen estar en su propio universo separado. Nosotros de hecho estamos tratando de hacer contacto con ese otro mundo o universo de neutrinos. Y como físico, aunque lo entiendo matemáticamente y lo entiendo intelectualmente, me sigue golpeando en las tripas que sean algo aquí rodeándome casi como si fueran una especie de espíritu o dios que no puedo tocar pero que puedo medir, puedo hacer una medición, es como medir el mundo espiritual o algo como eso, vas y tocas esas cosas.

WH: Sin mucha sorpresa nos encontramos con un encantamiento en lenguaje hawaiano junto a este detector. Fue como si los espíritus fueran invocados. ¿Qué veríamos si pudiésemos filmar un impacto de un neutrino?

PG: Lo que verías sería como un rayo de luz de aproximadamente 10 metros de largo y como así de ancho (Peter hace una seña con su mano, formando un círculo con sus dedos índice y pulgar como de 3cm de diámetro) y que pasaría a la velocidad de la luz por estos 10 metros de distancia y verías la luz azul más bella que tus ojos hayan visto. Esto pasaría, el impulso entero de ondas de radio, va hacia arriba y abajo, en probablemente una cienmillonésima de segundo. Eso va como un ¡bang! Y se fue, y es eso lo que estamos buscando.


[Para concluir el documental, otro habitante de la antártica dice lo siguiente]

Hay un dicho hermoso del filósofo americano Alan Watts, el solía decir que a través de nuestros ojos el universo se percibe a sí mismo, y que a través de nuestros oídos el universo escucha su armonía cósmica, y que somos los testigos a través de los cuales el universo se hace consciente de su gloria, de su magnificencia.


Tomado del documental "Encounters at the end of the world" de Werner Herzog.

18.5.09

Proyecto de vida No. 12,797

Only you can make you happy.
Au revoir Simone.

El desprecio constante hacia su prolongada situación de lamento se fue haciendo cada vez más patente ante Rodrigo. La sociedad en conjunto ya lo ha acordado, ¿por qué entonces Rodrigo se empeña en hacer las cosas a su modo, plantándose casi groseramente frente a las circunstancias y desafiando al sentido común que parece ser todos poseen como si fueran perfectas aves blancas sobre-volando la inmundicia? Rodrigo duda sobre la necesidad de rebotar los golpes que ahora le llegan hasta en su propia casa, y aunque ellas también pueden hacer uso del salvoconducto en cuestión, abusado una vez más en otra noche que dejarán pasar a su pasado como si nada; el agujero desde donde le han gritado a Rodrigo le parece más lamentable que el suyo propio y juzga calladamente que la ayuda no se recibe ni se da de esa forma. Un rompimiento más. 

Piensa en los esquemas, en las rutinas que a tantos salva de tener al tiempo sometido y no al contrario. –¡Esto debe de ser el verdadero control!– Piensa admirado. Tampoco es que Rodrigo sea un modelo a seguir en su intento por traspasar la membrana e irse a investigar en carne propia qué significado adquiere la vida en la puerta de esta garita olvidada. No, la solución no puede ser así, porque esos ensayos de prueba y error ya los ha probado antes sin resultados positivos en apariencia, pues ha conseguido para sí un arsenal de aprendizaje que lo dota de una cosmovisión más cercana de la ciencia ficción que a la relativa comodidad de una vida productiva. Y no es que a Rodrigo se le olvide ni que ignore que vive inmerso en la decadencia del capitalismo neoliberal. Sabe que sin dinero no podrá seguir viendo a los perros bailar, y temblorosamente aventura un pie en la puerta de la garita, está en la frontera de las cosas que importan, la soledad del otro lado le parece atractiva, el nudo del estómago se endurece, se ha cansado de ser tonto ante los demás, aprende del miedo; si cruza al otro lado le lloverán jitomatasos coléricos y con todo y todo Rodrigo se va a cruzar hacia esa parte nueva sin ninguna referencia palpable que le diga qué otras cosas le van a suceder allá. Va en busca del equilibrio, celebrará una íntima misa privada por la paz con sus ritos propios, capitulará con el mundo y su amplia gama de seres para regresar alineado, capaz de insertarse en algún nicho que el permita funcionar en un estado en donde la gente y él se sientan a gusto y volverán los días de pescado horneado y vino blanco en compañía de la gente que sepa sonreír a pesar de todos los pesares.

Un mundo de contradicciones lo envuelve, como a todos. Rodrigo se aparta, y sabe que hace mal en apartarse. Su capacidad se desperdicia día a día, y aunque los otros intentan desesperadamente jalarlo de nuevo al frenesí destructivo de una vida normal, Rodrigo no sale del hechizo en el cual se ha autoinducido por medio de la autocompasión. –¿Dónde han dejado al respeto por los procesos internos de las personas?– Se queja y su queja es válida, es real. Y de nuevo, lamentable.

Los valores morales han perdido validez sino es que desde su invención han sido una gran farsa, es por eso que Rodrigo sólo los utiliza para consigo mismo en un egocentrismo puro, aplicado, desbordante, constructivo, fuera de su tiempo. Y es que en realidad no hay razones para obedecer ni para revelarse, la existencia misma es ambigua. Tendrá que seguir desbastándose hasta llegar a la figura correspondiente con su idea de navegar los días en un viaje que es mejor no compartir abiertamente.


Tomado de la esperanza y de la única constante: el cambio.

16.5.09

Bandages for the hearth

Relationships is something I used to do.
Camera obscura.

Estreches por todas partes. En cada nueva comunicación colecciono afrentas frescas y perdones no otorgados. Recapacito de nuevo sobre lo que gira a mi alrededor y dejo de buscar respuestas afuera, allá no hay nada, sólo vacíos obscuros que se alejan formando constelaciones que me resultan feas, sin embargo tendremos que ser espacios vecinos. Hay que repasar el hecho de no ser perfectos, de cometer un sinfín de errores; mi acto de contrición hacia el centro de mi sangre, las conclusiones las mismas, el método de la verdad aplicado a pruebas refutables para atrapar la razón a mi lado y que el mundo gire, si se puede más rápido, mejor.

El camino invisible sigue extendiéndose hasta el fin de mis días y me siento bien en él. ¡Esto es por fin la madurez! Pues venga. Tal vez voy por un mal camino, pero conforme han pasado los meses y los años, el concepto del mal se me escapa y ya no hay caminos malos. Lo correcto o incorrecto se restringen a muy pocas cosas, con la idea de hacerlo todo más simple y apelando a la tranquilidad, la vida de por sí ya es muy complicada, ¿por qué complicarla más? Pero todavía más importante es entender qué es lo que la complica tanto, pues si hemos de usar a los conceptos es nuestra responsabilidad saber de qué estamos hablando. Cuando esas pocas cosas que se pueden etiquetar de correctas o incorrectas fallan, provocan con una facilidad incontenible a la tercera ley de Newton. El wikipedia dice que “la tercera ley expone que por cada fuerza que actúa sobre un cuerpo, éste realiza una fuerza de igual intensidad y dirección pero de sentido contrario sobre el cuerpo que la produjo. Dicho de otra forma, las fuerzas siempre se presentan en pares de igual magnitud, sentido opuesto y están situadas sobre la misma recta. Este principio presupone que la interacción entre dos partículas se propaga instantáneamente en el espacio (con velocidad finita).” Pronto todo se acomoda de nuevo, respiro el olor a tierra mojada y con pocas lágrimas se cierra el episodio. La ciencia me lo deja tan claro que sé que hoy dormiré de corrido ya que mañana Teléfonos de México me asistirá para hacer lo que no tendría que hacer.


Tomado de la física, las pérdidas y las ganancias.