7.12.14

Mi música del 2014.

Ahí les va la lista de los 10 álbumes que más me gustaron en este año. Debo decir que desde que escuché Lost In The Dream supe nadie lo superaría en ser el número uno para mí en este año, y así fue. Otra vez se fue un año sin estar muy clavado con las novedades, pero esto fue lo que rescaté:

  1. Lost In The Dream - The War On Drugs
  2. Moodymann - Moodymann
  3. CLPPNG - Clipping
  4. The Soul Is Quick - Hands
  5. Churches Schools And Guns - Lucy
  6. Mess - Liars
  7. Sisyphus - Sisyphus
  8. Emmaar - Tinariwen
  9. Soul Time in Hawaii: Honolulu * London - Deux Spin & La Homage
10. Barragán - Blonde Redhead

Y 23 canciones de este año que valen la pena escuchar:


23.11.14

El mexicano ante los nuevos órdenes geopolíticos y de control masivo.

¿Quién es el narco-estado en México?,  ¿cuál es el problema con México?,  ¿cómo se hace una revolución, con memes? 

Narco-estado hablando del gobierno coludido con los cárteles, obviamente. Y narco-estado hablando también, si me hacen el gran favor, de cómo nos sentimos con las substancias que consumimos. Narco-estado psicosomático de los individuos, y de los países; para hablar del bosque y referirse a todo el conjunto de árboles que lo conforman. Y mientras se terminan de convencer en legalizar y civilizar al mercado de las drogas el reto sería dejar de consumirlas. O siendo más realistas, ¿aprender a fabricarlas para el consumo personal?, o más realistas ¿dejando de participar en marchas por un lado y/o dejando de consumir por el otro? Algo no encaja aquí. Intentar establecer una línea de base donde poder darle piso al problema para saber qué hacer, para darle congruencia al asunto, y sobre todo para saber que lo que se está haciendo tiene efectos visibles, es decir, que el cambio está ocurriendo, en nosotros primero, ya luego veremos en los demás y en el país. Eso sería un primer buen paso dado con asertividad.

Unos aburridos y necesitados de fiestas acompañadas, siempre, siempre, de substancias de toda índole. Incluso al día siguiente de haber salido a marchar. Los otros aburridos de tanta miseria y necesitados de aquelarres sangrientos que los distraigan un poco para olvidar su miseria. Diferentes tipos y grados de aburrimiento, sí. Otros sin necesitar de substancias ni de sangre, atrapados en medio.  Todos dormidos frente a la televisión que es tan bonita palabra y que es un increíble invento, increíblemente desperdiciado también.

A parte de señalar al narco-estado como El Problema, tengo esta duda: ¿qué tanto petróleo tiene México para ser blanco de una guerrilla orquestada por el imperio? ¿Nos toca nuestro turno de ser Colombia?

Pensemos en Italia y en su modelo ‘Berlusconi’, en ese circo de más de 120 días de Sodoma. Francia con su top-model. Mónica mamándosela a Bill. En dictadores africanos bañados en joyas y en pieles de felinos. En el Medio Oriente y sus propios problemas. En todos los ejemplos similares. Pensemos en el socialismo del 2014 en América Latina. En Irán, Afganistán y la heroína. En el índice de alcoholismo en los presidentes y primer ministros. En los alemanes eligiendo a Ángela una y otra vez. En Corea del Norte o del Sur o en las dos. En los nuevos países de África que tienen dos o tres años de vida, vida de país-bebé nacido con VIH en un lugar del mundo donde no llega el tratamiento, ni llegará tal vez. Pensemos en Estados Unidos, en sus gobiernos y sobre todo en su sociedad civil, ¿son ellos el verdadero problema, son ellos los que crean la mayor demanda de estupefacientes en el mundo? En el mundo organizándose de tantas formas y desorganizándose de tantas otras. En la Comunidad Europea auto-rescatándose. En los flujos migratorios mundiales y en sus efectos. En pretender establecer y cumplir derechos humanos a un cáncer que crece exponencialmente, con una capa pobre e ignorante cada vez mayor; como la cerveza, sí, en México como en todo el mundo. Entonces volteemos de nuevo a ver a México con su extraña amalgama de mexican Barbie & Ken presidente-primera-dama al frente de esta pista en el circo del mundo. Si la estrategia es desmoralizarnos y amedrentarnos, ellos van ganando. Porque sí, el mundo va mal, sí, todo está mal. Es como si el sol hubiera dejado de salir desde hace años, y como si la gente creyera que en realidad el sol no ha salido en años.

Después de todo esto pensemos que vivimos desconectados de eso que se nos impone como la realidad, pretendamos que no sabemos todo lo que está pasando, que hemos decidido desde hace años no ver televisión ni leer la prensa, ni la nacional ni la internacional, ni enterarnos de nada por ningún medio. Pensemos en los efectos que  esto causaría en cada uno de nosotros. Pensemos en esta opción de libertad, de tranquilidad. Y si nos asalta el susto de ser indolentes, brinquémoslo, solo por experimentar algo afuera de los parámetros comunes. Pensemos que estamos siendo manipulados y que hasta nuestro enojo o indignación o cansancio han sido puestos en una agenda, con fecha y hora, casi cronometrados. Porque  los cientos de miles de balas que han cortado más que el aire en este país y en el mundo, y las toneladas de metal que han sido proyectadas contra los humanaos a velocidades mortales para los humanos por décadas y décadas, aquí y allá; son una experiencia global que hemos vivido desde nuestros abuelos globales, padres globales, nosotros globales y nuestros hijos globales, a lo largo de nuestras vidas globales, en todo el tiempo englobado. ¿Dónde está la noticia en esto? Así se han levantado todos los imperios y de esta misma forma han sido evaporados, a largo de toda la historia. Con sangre, control, miedo y muerte. Todo el tiempo alguien está matando a alguien en alguna parte del mundo, entre amigos y enemigos, entre ejércitos, entre vecinos, entre parientes, entre amantes, entre socios y la lista continua extensamente. Las razones para matarnos, torturarnos y violentarnos sobran, algunos las tienen muy claras, algunos las obedecen sin chistar, algunos disfrutan haciéndolo. ¿Por qué seguimos tan atentos a estas noticias? ¿En qué nos ayuda el arte politizado y manchado de tanta obscuridad? ¿Dónde están las opciones de optimismo, luz, positividad y las propuestas que renuevan? No necesitamos remendar las cosas, necesitamos renovarlas. No necesitamos cambios allá afuera, necesitamos cambios adentro de cada uno de nosotros mismos en primera instancia.

Y a pesar de todo esto veo a gente sonriendo ante el monstruo que representa la vida. Gente que sale a protestar y que lo tiene claro, y que se replantea constantemente ante sí mismos, ¿qué estoy haciendo? Que no vive en el pozo de la desilusión. Gente que quiere hacer las cosas bien, que esta dispuesta a interrelacionarse con los demás en términos humanos, positivos y de crecimiento para todos. Necesitamos encontrar a este tipo de personas, necesitamos levantarnos y salir a su encuentro, formar grupos de amigos, organizaciones civiles, lo que quieran. Necesitamos unirnos.

Es momento de cortar todos los canales que alimentan nuestra programación hacia un pensamiento masivo. Es momento de desactivar nuestras reacciones lógicas en cadena. Es momento de pensar cada uno por sí mismo y en sí mismo, en su entorno, en su comunidad, en la fuerza de alcance de las acciones propias y empezar a experimentar pruebas-errores de acciones que nos lleven a un lugar mejor. A un lugar mejor, sin más descripción ni adjetivos. Y NO porque ahora sea realmente el momento más propicio para hacer esto, NO porque ahora estamos llegando al borde de las circunstancias. NO por la coyuntura histórica que nos toca vivir. Es porque todo el tiempo esta es la mejor forma de proceder. Formar redes sociales palpables, de manos que se saludan con un contacto físico y no solo virtual. De ayudarnos entre nosotros a crear un sentido de unidad y solidaridad entre personas, de entender que todos somos iguales, desde Peña Nieto hasta el que le arrancó la cara al muchacho, el granadero y la señora que vende chicles. Me preocupa que todo esto sea solo una llamarada más, un momento histórico más. Que no tengamos la infraestructura de pensamiento necesaria para que nuestras consciencias realmente cambien.

Creo que un movimiento revolucionario pacifista que nace del cansancio, de la indignación, del llanto, del enojo y desde la opresión de un estado fallido, es un movimiento con cimientos grises y tristes, bastante proclive a violentarse o esfumarse a la mínima provocación. Enfrentémoslo sin tapujos, midamos hasta dónde somos nosotros los que causamos y creamos ‘el problema’ y hasta dónde somos agentes de solución y también, hasta dónde nos importa, y si decimos que nos importa, ¿qué significa eso? Todos adentro y todo afuera del problema. Tengamos bien claro en qué consiste el problema, definámoslo y pongámosle pies y cabeza; para de entrada, saber de qué estamos hablando. Y disculpen el ridículo de solo proponerlo y no desarrollarlo, pero eso es tarea individual y no se vale copiar. Y si el problema son otros, y si las soluciones también les competen a otros, entonces no pasará nada. El problema soy yo cuando contacto al narco-menudeo porque me quiero divertir. El problema soy yo cuando me encuentro desinflado por dentro porque la vida es injusta y no tiene ningún sentido. Y todavía en una línea de pensamiento mas fina: ¿el problema soy yo comprando una Coca-Cola porque me da placer y el no poder aceptar este hecho?, ¿el problema soy yo cuando voy a ver el cine de Hollywood?, ¿yo comprado ropa cara en centros comerciales exclusivos?, ¿yo comiendo en los mejores restaurantes y viajando en primera clase?,  ¿yo discriminando, siendo clasista?, ¿yo creyendo que las noticias son noticas y que el arte es arte y que el amor es amor y en un sin fin de premisas similares?

Pienso en los japoneses protestando: trabajando horas extras sin cobrar. Y sí, también pienso en ellos suicidándose. Pienso en los mexicanos haciendo memes y videos graciosos, porque parecemos idiotas (¿o tal vez realmente lo somos?) y nos gusta reinos como idiotas de cualquier idiotez. Pienso en las comunidades rurales abandonadas de las manos de sus ancestros, de las manos de toda los dioses y deidades, de la mano del estado, la mano de su sentido de comunidad, de la mano de sus paisanos. Pienso en la filosofía alemana pasada y su interrelación con la economía alemana actual. Pienso en la naturaleza moribunda, contaminada. En la economía que nos amenaza. En el capitalismo a punto a reventar. En el mundo sobrepoblado y podrido. En mi futuro y en el futuro de los hijos de todos. Quiero llegar a soluciones, creo que las vislumbro. Ni una queja más. Ni un meme más. No más espacio para la negatividad ni para la idiotez. Ni para reproducir tanta basura innecesaria. Ni una hora más gastada frente a la televisión, ni aunque sea de paga, ni aunque sea para ver programas de deportes o de animales, con el pensamiento embotado. Ni un solo canal de comunicación abierto a los controles masivos. Ni un minuto más en la redes sociales riéndonos de lo que no deberíamos de reírnos. Todo esto para empezar, solo para empezar. Y entonces sí: veamos qué pasa.


La revolución está en las organizaciones civiles que ya están enfocadas en esto en México y en el mundo. Que entienden el problema, que entienden su parte en la generación del problema y que actúan en consecuencia. En la generación de espacios de convivencia donde el estatus social se borra, porque la igualdad sí es posible. En la generación del tipo de arte que nos hace pensar en estas cosas, y que más que repetir el mismo discurso enajenante, nos lleva a nuevos campos conceptuales donde podamos apoyarnos para mover nuestras estructuras de pensamiento hacia modelos más incluyentes, participativos y novedosos. La revolución soy yo levantándome de la cama todos los días, y mejorando cosas en mí. La revolución soy yo diciéndole a mis amigos que apaguen la televisión, pidiéndoles que no se diviertan con los memes de Ángelica Rivera, pidiéndoles que no le tilden de pendeja. La revolución somos todos los que vamos a hacer algo en el corto, mediano y largo plazo para desplazarnos, todos juntos, a un lugar mejor. La revolución es darle muerte a nuestro propio egoísmo. La revolución es una nueva clase de políticos y nuevas formas de gobernar. La revolución no son borrones y cuentas nuevas, es la renovación y adecuación de las instituciones. La revolución soy yo dejando de drogarme, soy yo divirtiéndome en el proceso de construir una mejor sociedad. La revolución soy yo satisfecho con mi día. Sí, la revolución somos todos, cuando entendamos lo que ese todos encierra, cuando ese todos sea un todos iguales.

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¿Datos duros? OK, hagan sus matemáticas:
43 estudiantes desaparecidos.
62 cuerpos encontrados en fosas, no son cuerpos de los estudiantes.
123,470 número estimado de secuestros en México en el 2013.
93.8% de los crímenes no son investigados.
10,700,000 familias, aproximadamente, tienen una víctima.

(Fuente BBC World Service)

11.11.14

Foucault.

[extractos]

Así, en lugar de calcar sus aspiraciones de los modos de vida heterosexuales, los gays deberían considerar que la manera en que inventen modos de existencia, de relaciones, podría, por el contrario, servir de punto de apoyo para una renovación del derecho y de las instituciones, la cual podrían aprovechar los heterosexuales para huir de los corsés de la normalidad conyugal y de las limitaciones que implica respecto al tipo de relaciones posibles.

...

El propio Foucault subraya que su gusto personal está enraizado en la sociabilidad monosexual: "Hasta donde tengo entendido, desear chicos era desear tener relaciones con ellos. Esto ha sido siempre para mí algo importante. No forzosamente en forma de pareja, sino como una cuestión de existencia: ¿les es posible a los hombres estar juntos? ¿Posible vivir juntos, compartir el tiempo, las comidas, la habitación, los ocios, el conocimiento, las confidencias? ¿Qué significa eso de estar entre hombres?"

Así, al final de este recorrido por los textos de Foucault, hemos vuelto al punto de partida, es decir, al campo de la experiencia personal como foco de inspiración teórica y política, lo cual explica indudablemente las vacilaciones, las evoluciones y también las limitaciones de su reflexión sobre la cuestión gay, pero asimismo su fuerza perturbadora: porque lo que está en juego es la existencia de los individuos moldeados por la historia de la homosexualidad completa, una historia de sojuzgamiento, pero también de la resistencia y de esa pulsión heterotrópica que condujo a los gays a inventar 'modos de vida' distintos, improbables, inéditos. O, en cualquier caso, a plantearse continuamente la cuestión de inventarlos.

- Reflexiones sobre la cuestión gay de Didier Eribon. 

29.4.14

La forma ininterrumpida.

Algún animal debió de haberse suicidado en lugar de Rodrigo puesto que él sigue ahí respirando como sin nada, inexplicablemente vivo y actualizándose continuamente como una app en presentación de animal racional, matemático y sentimental. Se mueve casi despreocupadamente entre todos ellos, sintiendo los cambios de temperatura adentro de la atmósfera de presión en la que él y todos los demás animales viven. 

Es normal que algún animal se suicide en las mañanas, tardes o noches de cada día en cualquier parte del mundo, y en realidad esto a casi nadie le importa. Son muchos animales ya y cada vez serán más hasta que dejen de ser para convertirse en nada o cero, precipitada o paulatinamente, pero de alguna forma u otra tendrá que llegar el cero absoluto. Mientras eso sucede el suicida sin saberlo comete su acto en nombre de todos los demás que siguen ahí respirando, casi despreocupadamente, viendo a la lluvia mojar a las cosas sobre la tierra, o al polvo infiltrarse en las propiedades privadas en los lugares donde no llueve.

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Rodrigo está acostado boca arriba sobre la alfombra con las piernas dobladas sobre el abdomen y pecho. Abrazándolas con los dos brazos piensa de forma ininterrumpida, sin abrir la boca: 

“El problema no es que siempre haya una primera vez para todo y una última. El problema en realidad son todas las veces que repetimos las mismas cosas que no deberíamos de repetir. El problema son los surcos neuronales en el cerebro, los hábitos del pensamiento y de la acción. El problema son las consecuencias, el no medirlas, el no saber medirlas, el aparentar que no se sabe, o simplemente no saber. 

El no saber y el no querer saber en matrimonio ancestral. 

Las variables se incrementan en velocidades peligrosas. Pandemia de variables. 

El problema es cuando la experiencia es un reflejo más en la pared de la cueva. Da pena verlos jugar a los tarados en un patio desalmado, ahogando la poca inteligencia de les queda después de decisiones increíblemente retrógradas, marcados de por vida. 

La vida es un trampa llena de trampas y una sorpresa llena de sorpresas. Es un arco-iris sobre el fango. Es la punta de la espada afilada lista para encajarse y es la pared por detrás hecha de rocas. O son nubes de algodón para disfrutar de un sueño liviano, flotando como ángeles satisfechos de tanta existencia. Las víboras de cascabel también andan sueltas en los desiertos, olfateando el aire con sus lenguas de dos puntas, como si nada. Al igual que los koalas encaramados en los árboles, tranquilos como si nada.”

Cuando se cansa suelta las manos y baja los brazos, desdobla las piernas y las estira sobre la alfombra. Estira las brazos y voltea las palmas de las manos hacia el cielo. Rodrigo abre la boca un poco, relaja los músculos de la cara primero, luego relaja los músculos del cuerpo, todos, empezando por la cara y terminando en la punta de los pies. Inhala profundo, exhala despacio, mientras continua con el avance de sus pensamientos de forma ininterrumpida: 

“La mejor forma de hacerle frente a los días es ir siempre adelante de las situaciones, de las circunstancias, siempre que se pueda… anticiparlas y así poder aplicarles un análisis frío y estático sobre la plancha de operaciones con una lámpara de luz potente que no deje sombras. Preparar una amplia gama de líneas de toma de decisiones pensadas con antelación. Para cada escenario, un plan de acción doblado como mapa para sortear las dificultades de forma estratégica, un mapa-documento-mental que nos ampare si nos desviamos de la mejor ruta, serie de signos en el papel de las neuronas que nos devuelvan al camino y nos permitan hacer algo más que solo reaccionar. Hay que estar preparados y no siempre se puede ser tan exactos, tan visionarios, tan senseis; es necesario desarrollar las habilidades de adaptación, versatilidad y flexibilidad ante los segundos y las décadas. Pero sobre todo, ante la rigidez y el reducido espectro de nuestra imaginación. Formular el engranaje de variables para sortear a la depresión continental de nuestra alma. 

Hay que echarse sobre el fango para ver el arco-iris, esa es la pequeña verdad. 

Meditar en el ying-yang de la energía que no se crea ni se destruye, que existe en varias partes del universo al mismo tiempo, que continua imparable transformándose constantemente y que regula el caos-control. Entonces poder establecer las fronteras siempre movedizas de los límites personales para tal o cual situación. Meter a la relatividad hasta las entrañas mismas de lo inexistente.”

Rodrigo no sabe callar a su diálogo interno. Se sienta sobre la alfombra con las piernas cruzadas y estira la columna como si algo le jalara el cráneo hacia la estratosfera. Nunca ha logrado poner su mente en blanco ni por un microsegundo.

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El regreso a la pista de baile significó volver a olerlos, saborearlos y tenerlos casi por regla solo una vez; a algunos varias veces y ninguno para siempre, porque precisamente ahí es donde radica parte del secreto de tocar esa felicidad momentánea, la única palpable y falsa. Ya no existen las ansias para que el otro se quede a su lado lo cual significa que ha ganado terreno en el medio de un océano que a veces se enfurece. Rodrigo se brinca la posibilidad de explorar a las personas más allá de sus cuerpos, los envuelve en el sudor acumulado de dos días como trampa neuro-química, como tigre hambriento en la obscuridad. La química corporal es fácil porque activa los instintos básicos animales, la cerebral es rara y requiere sortear dificultades inimaginables. Además la gente de buenos sentimientos no basta, para Rodrigo no es suficiente que alguien le desee solo el bien, con que lo deseen carnalmente en buen plan, ‘hedonismo en buen plan’. La burla escondida en sus buenas intenciones, el cuento de querer hacer las cosas bien que se lo platiquen a los inocentes que se aburren toda la vida sin saber que están aburridos, porque para ellos las cosas son así: constantes, ininterrumpidas, monótonas, rutinarias y en control. 

Entonces las consecuencias llegan precisas, la soledad en medio del océano del desamor se hace todavía más grande y no le será fácil abrazarla. Hay tanto líquido entre la superficie y el fondo del océano; y tanto aire entre la superficie y el espacio exterior que parece imposible abarcar cualquier sentimiento siendo una partícula ensimismada y cerrada al intercambio de buenas intenciones. La cáscara que forma esa superficie donde Rodrigo deambula flotando es un mapa hecho de agua salada, una línea intranquila, una superficie viva y mutante. La inestabilidad hecha soporte ilusorio. El subconsciente con su bandera blanca manchada de sangre conceptual, nunca real, tras la cortina por años y años, moviendo los hilos sin que nadie lo note.

La felicidad es algo volátil para animales como Rodrigo. Vivir en el epicentro de la megalópolis con otros 20 millones de animales matemáticos y sentimentales es un reto constante y un gran desafío para la idea de la soledad fortalecida y autosuficiente. No necesitar a nadie en contraposición con no querer necesitar a nadie. Usarlos y dejarse usar. Es confuso. Es abrupto. Es ilógico. Es así. Y, ¿quién va a querer arrimársele a Rodrigo si huele a sudor de dos días sin desodorante, si los animales presienten también que están siendo usados y desechados, si no hay buenas intenciones de por medio? El  acto sexual entonces se vuelve un bocado de hastío, un refugio sin techo en la sierra nevada, un acción que se repite una y otra vez sin significados ni direcciones creando un surco destructivo por donde corren gotas de sudor y semen al fondo del un doble vacío material y metafísico. El verdadero pecado no es fornicar, es fornicar sin ganas. 

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“¿Quisiéremos estar todos cientos de años adelante para entender a nuestros tiempos o solo soy yo?”

Rodrigo lo piensa despacio y aisladamente. Piensa en las ventajas y desventajas de concluir cualquier cosa sobre el presente desde la ventana del futuro o del pasado. ¿En verdad la historia les sirve de algo o solo intenta describirlos? Lo que se necesita en la vida, por encima del amor o del poder-dinero, es simplemente la comunicación honesta, cualquier otra cosa es solo un mero engranaje del sistema quitándoles el único momento que tienen los animales en la historia del universo: la vida, una vida, unos pocos años solamente. Y se les va la vida buscando al amor y al poder-dinero, se les va en intentar trascender mediante la reproducción en automático de la especie a través de ritos desgastados y en la acumulación del capital. ¿Cómo prevenir a los jóvenes sobre el peligro que implica el matrimonio, el tener hijos, los bienes materiales y la propiedad privada?, ¿cómo modificar al ego engendrado en la idea de la trascendencia del linaje? 

La fe de los animales se está desmembrando poco a poco y solo algunos lo notan, la descomposición global ya se ve venir desde que la new age no ha podido suprimir a la maldad en los animales, tanto en los sentimentales como en los matemáticos. Necesitan nuevos horizontes con urgencia, nuevos campos conceptuales a donde puedan llevar a sus pseudo-inteligencias a correr para intentar experimentar una especie de libertad auténtica, o por lo menos nueva. 

O se desmilitariza el mundo o se usan todos las armas de una vez por todas contra todos por igual, porque matar es matar y no es cosa de otro mundo, da igual si se mata a estos o aquellos, a Rodrigo o a usted. La idea es lograr el cero absoluto en la estadística demográfica. Que desaparezca todo y todos, inducidos por la energía inestable y magnética que hace borbotear a las galaxias. Que todos y todo lo que hay en este mundo se convierta en otro tipo de materia y energía, en la materia y energía que es omnipresente en varios puntos al mismo tiempo y romper con las limitantes de una vez por todas. Dejar de preguntar tantas cosas, de tratar de entender algo, de justificar. Hay más felicidad en la ignorancia que en el conocimiento, y en esta frase se expone la hipótesis que resulta de no querer medir las consecuencias o de no saber medirlas. Es pura falta de interés, puesto que solo se quiere tener amor y/o poder-dinero; esas son las tristes claves de la felicidad que han comprado los animales.

Rodrigo está de pie observando desde el balcón a la ciudad monstruosa frente a él. Respira en una paz prometida, exhala en una calma remota: y por ende sigue vivo. No va a brincar desde el séptimo piso, no es partidario de las salidas fáciles y tampoco desea redimir a ningún animal con su muerte. 

No sabe a donde ir, no sabe qué querer, no se atreve a desear para de esta forma averiguar si la tranquilidad es eso: estar neutro e impávido, seco en el hilo del alma y tratando de ser fuerte en el hilo del cuerpo; para experimentar un poco más a fondo el desperdicio del tiempo que no se invierte en conseguir amor o poder-dinero y encontrar otro tipo de respuestas, otro tipo de direcciones y trazar un mapa totalmente nuevo, tan nuevo que quizá ni él mismo lo entienda.


Pronto llegarán los días en que se vestirá con el típico atuendo formal-casual, causal-casual. Se bañará todas las mañanas, aplicará muy poco desodorante en su axilas y escasas gotas de alguna agua de colonia de aromas cítricos. Rasurado y bien parecido para salir al mundo a evadir al amor y al poder-dinero mediante la caza no autorizada del poder-dinero y del amor. Sin fines de lucro ni mucho menos fines románticos.


24.4.14

Hank Rearden


I held as my honour that I would never need anyone. I need you. It had been my pride that I had always acted on my convictions. I’ve given in to a desire which I despite. It is a desire that has reduced my mind, my will, my being, my power to exist into an abject dependence upon you –not even upon the Dagny Taggart whom I admired –but upon your body, your hands, your mouth and the few seconds of a convulsion of your muscles. I had never broken my word. Now I’ve broken an oath I gave for life. I had never committed an act that had to be hidden. Now I am to lie, to hide. Whatever I wanted, I was free to proclaim it aloud and achieve it in the sight of the whole world. Now my only desire is one I loathe to name even to myself. But it is my only desire. I’m going to have you at the price of more than myself: at the price of myself-esteem –and I want you to know it. I want no pretence, no evasion, no silent indulgence, with the nature of our actions left unnamed. I want no pretence about love, value, loyalty or respect. I want no shred of honour left to us, to hide behind. I’ve never begged for mercy, I’ve chosen to do this –and I’ll take all the consequences, including the full recognition of my choice. It’s depravity –and I accept it as such –and there is no height of virtue that I wouldn’t give up for it. Now if you wish to slap my face, go ahead, I wish you would.

Extract from 'Atlas Shrugged' by Ayn Rand.